jueves, 29 de mayo de 2014

Cuenta atrás.

Sus ojos miraban al infinito, pero sin llegar a perderse en él, sino como buscando algo que aún no era visible. Esperando algo. Según sus cálculos ya debería haber ocurrido, pero aun faltaban unos cuatro minutos para que la luz alcanzase la Tierra.
Con que lentitud le parecía ahora que viajaban los fotones. ¿O eran las agujas del reloj las que se movían casi sin hacerlo?
Sus sentimientos con respecto a la situación se hallaban divididos, por un lado, no creía a ningún humano digno de presenciar el espectáculo que se avecinaba, pero por otra parte, se lamentaba de que ese no fuera el día en el que se pusiera fin a la humanidad.

Tres minutos

Su muerte estaba ya próxima, apenas le quedaba tiempo, pero se recordaba que, al igual que el resto de los humanos aún no emigrantes de la Tierra, había tenido la oportunidad de evacuarla, pero, ¿Para qué?
Su vida ya había durado mucho más de lo que habría sido natural si no hubiese recurrido al rejuvenecimiento genético. No necesitaba ni un sólo minuto más, ya había exprimido su existencia tanto como le había venido en gana.

Dos minutos

El tiempo se iba ralentizando poco a poco, por un instante sintió la necesidad de huir, de irse como habían hecho todo, pero no, su estúpido orgullo le había obligado a quedarse. A morir. ¿En que estaría pensando cuando tomó la decisión?

Maldito imbécil. Se había condenado al suicidio. Hubiera sido más fácil pegarse un tiro en lugar de sentarse a esperar su muerte. Pensó desesperadamente un modo de salvarse, pero ya era tarde, no había escapatoria, iba a morir con su planeta, en unos instantes el sol se habría expandido lo suficiente como para que su calor abrasarea por completo la vida terrestre.

Un minuto.

De pronto volvió a verlo todo más claro, la pregunta no era por qué quedarse, sino ¿Por qué irse? No tenía a nadie, no le importaba nada. Se calmó. Respiró profundamente. Para la superficie ya se había acabado, y lo único que aún le mantenía con vida era el refugio en el que se refugiaba desde hacía tiempo. Sin embargo, se encontraba en la parte más indefensa, aunque la única desde la que se podía ver el inminente espectáculo


Medio minuto.

No le quedaba tiempo para reflexiones. Volvió a respirar y trató de dejar la mente en blanco.



La Tierra había sido abrasada por el Sol, y con ella, su último habitante.


I.

25-5-14

jueves, 22 de mayo de 2014

Confessionibus Inmortalibus II. (Fragmento de alma VII)

-Ya veo, así que ha llegado el momento.
-En efecto, siento mi retraso, aunque no creo que deba disculparme por ello.
-¿Sabes? Si te soy sincero, llegué a pensar que te habías olvidado de mí.
-Oh, por supuesto que no, simplemente quería retrasar, tanto como me fuera posible, el encuentro con un viejo amigo de tu calibre, pero incluso para ser alguien como tú, te has burlado de mí demasiadas veces, pavoneándote entre esos mortales del hecho que no osara hacerte frente. Todo tiene un límite.
-Sin embargo, ambos sabemos que no eres rival para mí.
-Tampoco tu lo eres de mí, no al menos después de tantos años, has arriesgado demasiado, y ya, tras muchas monedas lanzadas al aire siéndote propicia, tu racha toca a su fin.
-¿Que harás entonces, si ni tu ni yo somo capaces de vencer al contrario?
-Forzarte a acompañarme, lejos de seres que puedan creerme débil debido a tus teatrales sevicias.
-¿Y que lugar sería ese?
-La nada, Y el todo al mismo tiempo.
-Creo que, antes de partir de forma definitiva, merezco una explicación algo más convincente.
-¿Cómo pretendes que te describa el todo?¿O la nada? En ocasiones, incluso tú, haces preguntas estúpidas.
-De acuerdo, pero si no es esa una pregunta de tu agrado, creo que tengo otras cuestiones que plantearte antes de encaminarme hacia mi destino.
-Me sorprende que a estas alturas aún guardes dudas sobre tu destino y tu lugar en todo esto, aún así, procede, por favor.
-Para empezar, y esto es algo que siempre me ha intrigado, ¿Por qué a mí?
-Supongo que no hay una única razón para ello, sino, más bien, un cúmulo de ellas. Lo primero que me hizo fijarme en ti, fue tu completa falta de temor hacia mí, casi parecía que te creyeras intocable, indestructible, ya desde muy joven, fuiste capaz de aguantarme la mirada sin pestañear, y ni siquiera cuando vertí mi fétido aliento sobre tu rostro te dignaste a vacilar. Pensabas que eras superior a mí, y que grande fue más tarde mi arrepentimiento al recordar el momento en el que te subestimé. Al principio lo tomé como un juego, pero me descuidé, y dejé que incluso me superaras, siendo ya demasiado tarde para reparar mi error. A esa falta de pavor inicial, cabe añadir que me caíste en gracia por tu asco hacia los que eran considerados tus semejantes. Y, cuando ya ni siquiera era capaz de hacerte frente, decidí alejarme de ti, con el objetivo de que hasta el momento en que nuestras fuerzas fueran de nuevo equivalentes (pues indudablemente, tarde  temprano, las tuyas se verían reducidas por el peso del tiempo), olvidaras que podías destruirme.
-¿Podría decirse que te acobardaste?
-Si llamarlo así hace que tu ego se vea aumentado, adelante.
-¿De que otra forma podría llamarse?
-¿Tienes alguna otra pregunta o crees que aún te queda tiempo para seguir perdiéndolo en nimiedades?
-Sí, supongo que hay más preguntas que deseo formular ¿Hay más como yo?
-Por supuesto, cientos de miles, millones, incluso.
-¿Y cómo puede ser que no haya dado jamás con otro a ser semejante a mí?
-Eso se debe a que os encontráis repartidos por todo el tiempo y el espacio. Y aun así, ninguno de tu especie. Debo reconocer que eres el primero de los humanos que ha logrado alzar la vista hasta el punto de igualarme siquiera, y de los pocos individuos en todas las dimensiones que conozco que ha sido capaz de sobrepasarme. Supongo que tengo que darte la enhorabuena por ello.
-Comprendo, ¿Será posible que los conozca, o que al menos lo haga con otras dimensiones, allá donde vamos?
-Eso depende enteramente de ti, ya lo entenderás cuando llegues. ¿Algo más?
-Una última cosa, ¿Hay más como tú?
-No.
-Entonces, que grande ha de ser la soledad que sientes. Pero, por otro lado ¿que te dice que al igual que yo, aún no ha llegado tu momento, e ignoras de la existencia de tus semejantes? Quizás seamos análogos, y un día te encuentres con alguien a quien, como yo hoy, debes rendir cuentas.
-Has dicho una última cosa, y he respondido, de modo que no tengo por qué contestar a más preguntas. Es la hora de marcharnos.
-Que irónico, al fin ha llegado el momento de partir hacia la nada y hacia el todo, junto a la muerte.


I.

22-5-14

sábado, 17 de mayo de 2014

Intento de poesía IX.

17/05/14

Borrachos de melancolía,
ebrios de soledad,
viviendo en nuestra imaginación,
rodeados por la oscuridad.

Hartos de esta monotonía,
que sin ninguna piedad,
nos ahoga, noche y día.

Te propongo una temeridad,
dame la mano y huye conmigo,
de esta humana sociedad.
I

lunes, 12 de mayo de 2014

Confessionibus Inmortalibus II. (Fragmento de alma VI)

Los recuerdos se arremolinaban en su cabeza, provocándole una terrible confusión. ¿Qué era real? ¿Qué no lo era? Las escenas, ya fueran verídicas o falsas, pasaban a toda velocidad por su retina, no por ello con menor detalle del que se podría haber apreciado tras años de minuciosa observación. Dolor, angustia, felicidad, ira, esperanza. Noches. Más noches de las que cualquier persona hubiera conocido jamás. Noches en vela adorando la luna, noches de pecados y de crímenes, noches de lujuria, noches entre olvidados manuscritos. Pero todas solo. Él había sido el único protagonista de su vida, pues nadie hubiera sido capaz de llegar a importarle. Y se odiaba por ello. Ahora veía las imágenes de su juventud, cuando aún la inocencia característica de los humanos no se había visto corrompida. Ahí estaban sus primeros recuerdos, sus primeras amistades, su familia, su hogar. Todos muertos y convertidos en polvo. De pronto, nada, Ya no veía nada, y perfectamente podría haber sido víctima de la ceguera si no fuera porque tenía los párpados cerrados. Permaneció inmóvil, en completo silencio, sin mover un sólo músculo, como cuando al despertar de un plácido sueño cerramos los ojos intentando reanudarlo. Con la única diferencia de que esto no era un sueño. Las alucinaciones llevaban repitiéndose desde entonces, cada vez que intentaba dejarse atrapar por las garras de Morfeo. Nadie, absolutamente nadie era capaz de imaginar con que fuerza añoraba soñar, o simplemente, dormir. Ya no dormía, no lo lograba desde hacía milenios, su cuerpo había dejado de necesitarlo tiempo atrás. La presión en su pecho aumentó momentáneamente, pero no a causa de la ansiedad, pues ya había olvidado la capacidad de inquietarse, ahora ya nada conseguía sorprenderle. Él mismo se hubiera arrojado al vacío con gusto de saber que así hubiera puesto fin a su “vida”, pero esa era su maldición, la vida y la muerte están entrelazadas, y fue por ello que, tras desligarlas, perdió ambas. Al principio no lo notó, se limitó a disfrutar de lo que el creía una vida plena, sin embargo, con el paso de los incontables siglos, su existencia se agrió, todo se le hacía repetitivo, el encanto de su universo que un día le cautivó, se había diluido. Ya no le quedaba nada por hacer, nada por ver, nada por conocer, a excepción de la única cosa que lograría hacerle feliz, una manera de acabar con su injusta existencia.
Volvió a intentar dormir.


I.

12-5-14

domingo, 11 de mayo de 2014

Pequeño mundo

11-5-14

    ¿Acaso no entendéis que esto se me queda pequeño? ¿Que yo necesito conocer, lugares, personas, sensaciones..., da igual, tan solo conocer, descubrir, explorar. No quiero echar raíces, al menos de momento, pero aunque no fuera así, jamás elegiría un lugar tan inmundo como este para hacerlo.

    No estoy diciendo que no vaya a volver, pues, desgraciadamente, lazos afectivos me atan a este lugar, simplemente no quiero tener algo a lo que poder llamar hogar, quiero ser un vagabundo errante, sin rumbo fijo, pues sólo así podré verdaderamente encontrar mi lugar en el mundo (o fuera de él si así se requiriera). No soportaría la idea de quedarme, de establecerme, de formar una familia, me daría asco a mí mismo

Creedme cuando digo que he reflexionado largamente sobre este tema, y sé perfectamente que viviendo tal y como me propongo, estaré solo, pero ahora yo os pregunto: ¿no estáis solos todos y cada uno de vosotros, al igual que yo? La soledad es una condición inherente a mi ser, he de vivir con ella. Sin embargo, cierto es que de esta manera, mi soledad se verá menguada, pues siempre tendré algo por ver y por conocer, por lo que tenderé menos a volcarme hacia mi interior, a aislarme.

Os aseguro que igual o más extraños me resultáis vosotros a mí que yo a vosotros, perdonadme si os sentís ofendidos, pero no concibo como podéis aspirar a quedaros anclados en la mediocridad, sin hacer nada, sin ser nadie, no ya para el mundo, sino para vosotros mismos. Supongo que le otorgamos un sentido diferente a la vida, porque permitidme decir que quedarse en tu rincón original del mundo, en tu zona de confort, no es vivir la vida. La vida es correr riegos, es viajar, ver paisajes inolvidables, conocer gente de todo tipo y condición, descubrir lugares, explorar tierras salvajes, aprender nuevas culturas, y sobretodo, disfrutar.

Con el transcurso de los años os arrepentiréis de no haber sido capaces de intentar nada más

I.

Intento de poesía VIII.

10/05/14

Con el alma en pena,
la mente torturada,
la sonrisa fingida,
y la vista cansada.

La vida como condena,
soy incapaz de olvidar,
de aquel suicida,
la sonrisa serena.

sábado, 10 de mayo de 2014

Intento de poesía VII.

10/05/14

Argénteas lunas,
bañándonos con su luz,
en tu piel reflejada,
iluminando la quietud.

Dibujando runas,
sobre tu pálida tez,
con el alma desgarrada,
hoy eres verdugo y juez.

Intento de poesía VI.

09/05/14
10/05/14

Frío amanecer,
tus ojos color hielo,
cargados de nostalgia,
visibles entre tu pelo.

Pareces desfallecer,
mas no es así, al contrario,
tu desafiante mirada
reta a aquel sol temerario.

viernes, 9 de mayo de 2014

Intento de poesía V.

07/05/14

Náufrago de la humanidad,
profeta del auto-odio,
solo para la eternidad,
¡es todo tan irrisorio!

miércoles, 7 de mayo de 2014

Intento de poesía IV.

07/05/14

Lágrimas de tinta,
por colinas de papel,
lentamente avanzan,
amargas como la hiel.



Así los encripta,
los protege, los guarda;
pues tiene la esperanza
de que todo arda.

Intento de poesía III.

07/05/14

Ahogados en tinieblas,
bajo el oscuro manto,
entre mis brazos te quiebras,
eres toda odio y llanto.



Tu voz se torna débil,
apenas un murmullo,
tus ojos muestran miedo,
temblando te arrullo.

martes, 6 de mayo de 2014

Intento de poesía II.

05/05/14



Tu luz se apagaba,
las lágrimas corrían,
como sendas fluviales,
por tus mejillas.



Yo me marchitaba,
con secas pupilas,
antes manantiales,
ahora baldías.


Intento de poesía I.

05/05/14


Gota a gota
se desangra,
la ilusión,
la esperanza.


Noche tras noche
la buscaba,
la vida,
en mi mirada.