martes, 8 de octubre de 2013

09/07/13

La soledad desbordante que me ahoga en mi propia cárcel, fabricada por mi a modo de búnker anti emociones, ya es insoportable, creando mil mundos posibles y destruyendo otros tantos. Seguramente la vida solo sea una película de la cual hay que dejar pasar los carretes con una pasividad desquiciante, o tal vez, y solo tal vez, seamos nosotros mismos los actores, y en lugar de una película, formemos parte de una obra teatral.
No lo sé...