jueves, 25 de diciembre de 2014

Susurros del hada verde.

Fulgurantes destellos se aparecen ante mi,
clamando a las estrellas y haciendo temblar
incluso las más profundas simas del inframundo.
¿Qué sois, oh queridas musas luminiscentes? ¿Acaso el presagio
de una hora fatídica? No, no así
lo creo. Corramos ahora que aún hay tiempo. ¡Rápido!
¡Huid de mí! ¡Perdonadme la vida! '¿Vida?' me preguntáis
Satíricas. ¡Sí! respondo yo pletórico. ¡Sí!
repito. Mas mi seguridad no ahonda más que
mi piel, y vosotras lo sabéis, así como todo lo
demás. ¡Yo ahora os maldigo a medias desde la
tumba!, ¡a medias desde todas las cumbres!
Dejad tranquilos a los mortales, por muchos
que esos desgraciados os imploren vuestra
atención, no son dignos de tal fortuna ni
merecedores de tal castigo.
Id a por aquellos que estén dispuestos
a morir por ver la conjunción
perfecta entre papel y tinta. ¿Al resto?
Abandonadlos a su cobarde suerte.
Artistas se llaman. Rompo a carcajadas
sonoras. "artistas" más bien. Los
Artistas, los auténticos, os valoran más
que a todo lo terrenal, así que recompensadles
y castigadlos por ello [por tal osadía]. ¿Y a mí? torturadme
hasta mi último aliento, arrebatadme hasta
la última gota de sangre si con ello
me libráis de la tinta con la
que hago un burdo intento de creación.
Volvamos a las luces del princpio,
ya extinguidas. Oh, cuan bellas eran,
¿Por qué yo? ¿Por qué me he visto
forzado de esta manera?
Ahora aprecio cuan horripilantes somos.
Y cuanta belleza puede tener cabida en el
espacio limitado por nuestro campo visual.
¿Qué nos queda ahora a esos pocos malditos más
que pluma y papel
como defensa ante la más desquiciante
de las locuras? Así que ¡manos a la obra!
¡A crear! ¡ A vivir y a morir en cada párrafo!
A seguir existiendo más allá de nuestro cuerpo.
Pues tan solo hay otra opción y no creo
que muchos tengamos el valor suficiente
para hacer lo correcto ¿o acaso
me equivoco? Cobardes que seguimos vivos por
costumbre. ¡¡¡Hipócritas!!!
¡¡No se os ocurra negarlos pues no seréis
capaces de hacerlo con credibilidad alguna!!
Malditos. Ahí, seguid ahí. Pavoneándoos con
vuestras ridículas máscaras. Sois seres
despreciables que no alcanzáis a más que
fingir ser aquello que ni siquiera conocéis.
Me repugnáis. ¿Pero queréis saber algo?
Soy igual que vosotros.

Iván
25XII14